La antigua tradición cuenta que un labrador de Villarrobledo
encontró en la era de Carrasco, situada en la parte más alta de la Villa, una
talla de la Virgen con su Niño. Este labrador se la llevó a su casa, pero la
imagen desapareció volviéndola a encontrar
en el mismo lugar en que apareció por primera vez. Esto sucedió en
varias ocasiones, volviendo a aparecer la imagen en el mismo altozano, lo que fue
interpretado por los vecinos de Villarrobledo como voluntad inequívoca de que
la Virgen quería que le edificasen una ermita el lugar que hoy ocupa su actual
santuario, y así se hizo.
Otra tradición dice que la aparición de la Virgen se produjo
en la Cueva del Moro, ubicada cerca del mismo lugar, donde fue abandonada por un morisco fugitivo
que dejó allí la imagen tras ocultarse en dicha cueva.
Lo cierto es que, los vecinos de Villarrobledo, mediante
Junta General del Concejo, proclamaron a la Virgen de la Caridad como patrona
de la ciudad el día 30 de mayo de 1773,
confirmándose posteriormente dicho patronazgo por el Arzobispo de Toledo
el 14 de junio de 1777.
Nuestra Señora de la Caridad, Patrona de Villarrobledo, fue
coronada canónicamente en 1988 en un multitudinario acto que congregó en el
Campo Municipal de Fútbol a decenas de miles de fieles.
La imagen preside la ciudad desde su actual Santuario,
edificado en varias etapas a partir de
la antigua ermita erigida en el Siglo XV.
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